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Recibir una enseñanza técnica vocal acertada es realmente una bendición del cielo sobre todo si se es joven, porque nos aportará el ahorro de tiempo, esfuerzos, energía y nos evitará daños y trastornos.

Mis talleres y conferencias siempre tienen el objetivo de ofrecer una información sencilla y práctica de los movimientos musculares y de mandíbula para lograr un trabajo vocal que nos permita disfrutar de «cantar» por muchos años.  Mis consejos también  llevan implícito este objetivo.

«Creer ciegamente en lo que diga un maestro de canto aunque este ocupe el mejor sitio en los mejores teatros del mundo,  es como beber un veneno y perder el momento existencial para siempre» me dijo una vez un maestro. Debemos ser objetivos y pragmáticos a la hora de seleccionar el maestro de canto, asistir a conferencias, ver su trabajo, observar y luego decidir.